Seguro que sí. Si ya has probado a meditar y estás aquí, hay dos opciones: uno, que hayas recibido indicaciones confusas o las hayas malinterpretado; o 2, que la mente insista en que aún no sabes meditar porque eso es más fácil que ponerte a practicar. ¿Cuál es tu caso? En este programa intensivo comparto una forma de ver la meditación completamente fresca y renovada, así como aplicable a la realidad de la persona promedio. Además, encontrarás ejercicios para todos los días, de modo que pases directamente a la práctica y no te quedes en la cabeza. Desde el minuto 1, te resultará muy fácil comprender cómo funciona tu cabecita y por qué a veces te ves atrapada en los pensamientos. Si crees que esto podría servirte, ¡adelante!